BURDEOS, que ver y hacer en 1 día

Como ya sabréis nuestra primera escapada de 2023 fue a Francia y la hice en compañía de mi Madre, nuestro destino elegido fue Toulouse pero en tan solo un día se nos hizo pequeño, por lo que improvisamos una pequeña excursión de un día a Burdeos.

Casualmente cuando decidimos destino estuvimos entre Toulouse y Burdeos, decantándonos por la primera opción debido al alto precio de los hoteles que vimos en Burdeos, dentro del estilo que nosotras buscábamos claro. Así que cuando nos dimos cuenta de que nos daba bien para hacer una excursión y ver ambas ciudades en un mismo viaje ni nos lo pensamos.

A continuación, os cuento cómo llegar, cuánto nos costó y todo lo que vimos e hicimos en nuestro día por Burdeos.

La gran mayoría de personas que van a Toulouse aprovechan la estancia para visitar algún pueblo cerca la excursión más famosa y vendida por las grandes agencias como Civitatis o GetYourGuide es Carcasona, que también nos planteamos porque está a menos de 1h de Toulouse, pero nosotras preferimos irnos un pelín más lejos.

Decidimos no contratar nada, ni coche privado ni excursión ni nada por el estilo como hemos hecho en otras ocasiones como por ejemplo en Salzburgo que fuimos en una excursión programada. En este caso decidimos irnos solas en el tren y la verdad es que no tiene perdida.

Compramos las entradas directamente en la estación de Matabiau, desde aplicaciones como Omnio y otras páginas puedes ver previamente los horarios y comprar el billete online así te aseguras no quedarte sin sitio e ir más tranquilo. Sin embargo, los gastos de gestión rondaban los 5e y como teníamos tiempo de sobra decidimos comprarlos allí directamente y esperar a que fuera la hora.

El billete de ida y vuelta en segunda clase, pero muy cómoda, de Toulouse Matabiau hasta Burdeaux Saint Jean fueron cerca de 88e en total, es decir 44e por cabeza menos que los billetes de avión Madrid-Burdeos que vimos cuando planeamos el viaje a Toulouse y se tarda casi lo mismo, unas 2horas.

En Burdeos decidimos realizar un recorrido circular que nos permitiera ver primero los puntos más relevantes alrededor del rio e ir subiendo hasta el mercado Halle des Chartrons, donde decidimos dar la vuelta y regresar hasta la estación pasando por el centro del casco histórico para ver los imperdibles del centro.

Para ello comenzamos andando desde la estación de tren Saint Jean hasta la Iglesia de Santa Cruz de Burdeos a la cual entramos pero no estuvimos demasiado pues coincidió que estaban en plena eucaristía. Desde allí seguimos hasta la Basílica de San Miguel posteriormente llegó la primera de muchas puertas, la puerta de Borgoña muy similar a otras que nos encontramos posteriormente en el camino, seguido de esta y en línea recta llego otra de las puertas la de Cailhau que podría ser una de mis favoritas de la ciudad.

Más que una puerta parecía una torre de un castillo de cuento, no sé por qué pero me recordó a una torre muy similar que había en Praga, solo que aquella era más gordita y redonda y está más alta y puntiaguda. Pero me gustó bastante, este punto no os lo podéis saltar. La verdad es que si vas caminando por la calle recta pese a su tamaño puede pasar desapercibida pues está algo metida en una especie de rotonda improvisada en una plaza.

Algo más adelante se encuentra la famosa Plaza de la Bourse y justo enfrente de ella se encuentra el famoso espejo de agua desde el cual se puede fotografiar una de las más míticas estampas de la ciudad.

Había mercadillo en la zona así que aprovechamos a cotillear un poco, no tenía nada que ver con el que vimos en Toulouse este era mucho más normalito con los típicos puestos de ropa interior, telas y alfombras y gente tocando todo y revolviéndolo para encontrar el mejor.

Junto al mercadillo pasamos por un parque que parecía que en lugar de flores tenían verduras cultivadas, era bonito y curioso a la vez, con unas buenas vistas al rio para pararse y descansar. La verdad que la zona era preciosa y muy muy amplia, ideal para caminar relajadamente.

Colonnes rostrales, columnas que se abrían a un parque gigante pero había circo justo en el recinto así que no pudimos entrar, nos alejamos un pelín más esta vez ya no en línea recta si no un poco más de cara al centro para ver nuestros dos últimos puntos antes de “dar la vuelta” y visitar realmente el casco histórico.

Llegamos a la Iglesia Saint Lous des Chartrons cuyas torres eran muy similares y comunes a las iglesias neogóticas que tantas veces habíamos visto, aun así me pareció bonita y creo que el paseo merece la pena. A pocos metros de allí se encuentra el centro cultural Halle des chartrons que me pareció un poco más sin más la verdad.

Iniciamos por tanto la caminata al casco histórico, nuestro recorrido ahora sería justo el contrario ya que ahora nos iríamos hacia la estación pero en lugar de pasear por la zona más cercana al rio lo haríamos por el interior.

Nuestra primera parada fue el monumento Aux Girondins situado justo en la parte trasera de las Columnas Rostrales, la verdad que esta zona es fantástica y sino hubiera sido por el circo que tenía todo vayado aún lo hubiera sido más. Este monumento tenía varias caras y una fuente con varios detalles en uno de sus lados. La verdad era bonito y curioso de ver.

Desde allí caminamos al Gran Teatro que pese a su gigantesco tamaño casi pasa desapercibido ante nuestros ojos, pues mientras caminábamos por Burdeos desde Madrid se estaba orquestando la compra de los vuelos de la próxima ruta.

porque *spoiler* este verano volverá a haber ruta larga en carretera por distintas e imponentes ciudades norteamericanas.

Lo dicho, con la distracción y la charla durante el frio pero muy ameno paseo por Burdeos casi pasamos por alto esta joya. La situación nos hizo pensar que debíamos parar un poco comer y después seguir paseando y eso hicimos.

La verdad que comer comimos en un Mc Donalds decidimos no complicarnos la vida demasiado pues las tiendas que había por el centro de la ciudad indicaban que el menú del día en cualquier restaurante no sería barato y cuando viajamos mi madre y yo la comida para nosotras es siempre lo de menos.

Únicamente como curiosidad deciros que tanto en Burdeos como en Toulousse observamos que en los Mc Donalds ya no ponían cajas de cartón, ni para las hamburguesas que venían directamente en un papel, ni para las patatas las cuales metían en un curioso recipiente super chulo que emulaba su mítica cajita abierta roja para las patatas fue muy curioso pues era deplástico duro y luego se tenía que tirar como a la papelera, yo supongo que luego eso lo reciclarían pero no me quedó claro el sistema pues la gente lo tiraba todo a la misma bolsa. También los vasos de los refrescos que eran de plástico duro iban a un mismo contenedor común. Fue algo extraño aunque me gustaron los recipientes y el no beber en cartón por una vez, me sentí como cuando de pequeña te regalaban una replica de un menú para jugar a las cocinitas, fue chulo.

Tras comernos un rico Big Mac fuimos a visitar el Cinema CGR bordeaux le francais que se encuentra un tanto escondido en un lateral de una de las calles principales haciendo esquina. Me gustó bastante y me recordó su estructura un poco al banco de Gringotts.

A pocos metros de allí se encuentra la Porte Dijeaux muy similar a las anteriores que vimos por la ciudad y en Toulouse.

Cerca de allí callejeando un poco se llega hasta la imponente Catedral de Burdeos que se encuentra en una gran explanada junto a la Torre Pey Berland, la verdad es que la zona es muy bonita y da bastante paz. Nosotras hicimos una parada para no perdernos nada de esa zona aunque a esta Catedral no pudimos entrar pero imagino que por dentro se asemejaría al resto de iglesias a las que entramos a lo largo del día.

Tras la catedral paseamos y callejeamos un poco por el centro y sus tiendas nada baratas, la verdad que no vimos ninguna en la que poder comprar el típico souvernir o recuerdo, todo eran tiendas de barrio bastante caras entremezcladas con grandes marcas predominando las zapaterías, pero al contrario que en Toulouse aquí las botas y los zapatos más formales y elegantes adquieren mayor protagonismo que las deportivas.

Llegamos hasta la Plaza Camille Jullian que tenía unos pequeños restos de antiguas columnas y poco más, si no tuviera ese detalle sería sinceramente una plaza más sin mucho que aportar.

Sin embargo, lo que si nos dejó impresionadas, o por lo menos a mí, fue la Grosse Cloche. Una torre similar a la que vimos al principio que igual puede pasar desapercibida al encontrarse entre dos callejuelas. En la parte superior tiene un lindo reloj y la verdad que me gustó muchísimo, es muy mona esta torre y la considero un imprescindible.

Por último visitamos otra puerta, la de Aquitania que tenía además una columna gigante de color rosado que llamaba mucho la atención así como dos tortugas esculpidas en el suelo una grande y otra más bebé. Sí, eso último me encantó.

Visto todo esto consideramos que nuestro itinerario había terminado, así que desde aquella calle cogimos una recta a la estación Saint Jean para coger de nuevo el tren y regresar a Toulouse. La vuelta caminando se hizo algo pesada así que os recomiendo cogeros un autobús ya que desde la Puerta de Aquitania había bastantes paradas y seguro alguno iría hasta allí, sino siempre podéis recurrir al transporte privado como el Uber.

Regresamos en torno a las 19h a Toulouse derechas a dar una última vuelta para hacer tiempo y cenar. La verdad que acabamos tan fundidas de ver Burdeos que solo queríamos dormir.


La excursión a Burdeos de un día fue todo un acierto y la verdad que me gustó muchísimo más que Toulouse, creo que en un día vimos bastantes cosas ergo considero que para un fin de semana podría ser la ciudad ideal para una escapada.

Me alegro de haber ido sinceramente y de elegirla frente a Carcasona aunque fuese muy de improvisto, no fue caro viajar de Toulouse a Burdeos y el camino aunque la vuelta se hizo pesada por el cansancio creo que viajar en el tren fue bastante cómodo.

Sin duda lo recomiendo, si vais a Burdeos o a Toulouse y os sobra un día ver ambas ciudades, no os arrepentiréis.


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