Mi primer viaje del 2023 me llevó hasta Francia, casualmente donde acabé el 2021 aunque en esta ocasión cambio tanto de ciudad como de acompañante, en vez de volver a París esta vez me fui con mi madre a Toulouse.
La denominada Ciudad Rosa por sus fachadas y adoquines que envuelven la ciudad en tonos rosados llevaba tiempo rondándonos en la cabeza junto con su alternativa más famosa Burdeos, así que aprovechando una rebaja de Black Friday y comparando un poco los precios de los hoteles, acabamos decantándonos por pasar dos días en Toulouse.
A continuación os cuento todo lo que vimos e hicimos en nuestra escapada a esta famosa ciudad francesa.
Pronto tendréis todos los post de este viaje, estad atentos!
Nos decantamos por esta ciudad gracias básicamente a una muy buena oferta de vuelo que encontramos que nos dejó el billete por menos de 50e por cabeza. Algo similar salía irse a Burdeos pero los hoteles de aquella ciudad costaban el doble por noche y eso inclinó la balanza más a favor de Toulouse.
Los vuelos eran tempranos y la duración desde Madrid es casi un parpadeo, así que antes de las 10 de la mañana estábamos ya en el hotel. Debido a la temprana hora tuvimos que dejar las maletas e irnos a caminar, ya que nuestra habitación todavía no estaba disponible.
INCISO SOBRE NUESTRO HOTEL

Hotel Innes by Happy Culture destacar como punto positivo que era petfriendly y que la atención del personal de recepción fue estupenda, nos dieron un café a nuestra llegada y fueron especialmente amables toda la estancia.
En cuanto a la habitación era pequeña y no entraron a limpiarla ninguno de los 3 días que estuvimos a pesar de poner el cartel para ello. A parte estaba hiper mal insonorizada, se escuchaba toda la conversación de los de al lado lo bueno es que Carlos (vecino) no estuvo muy charlatán con su mujer y sus hijos y eso nos permitió dormir sin problema, pero parecía que dormían con nosotras.
El desayuno lo mejor, tenía lo justo un poco de todo, ideal para prepararte un buen y rico desayuno, fue lo que más me gustó.
Tras dejar las maletas y tomar un café en el hotel con sabor a gratis comenzamos a visitar la ciudad sin demasiado rumbo fijo.
Nuestra primera parada fue la Basílica de San Sernín la cual se encontraba en medio de la eucaristía cuando entramos por lo que fuimos muy rápidas viéndola. Esta basílica era muy grande y se encontraba en medio de una plaza, tiene un pequeño parque con bancos donde pararse a descansar en su parte trasera, nosotros dimos toda la vuelta y continuamos nuestro camino.
El siguiente punto fue Notre dame du Taur que pasa un poco desapercibida pues se encuentra entre edificios y si caminas sin elevar la mirada es posible que te la saltes, pues lo que llama la atención de esta iglesia y lo que su vez más impresiona es su fachada principal que eleva un muro fino por encima de todos los demás edificios colindantes pero que no ofrece altura al edificio pues este se mantiene bajo al mismo nivel que los demás, sobresaliendo únicamente esta primera fachada.
Desde allí caminamos hasta la famosa Plaza del Capitolio que me recordó un poco a la Calle Mayor pues es una plaza grandísima en la que predomina el ayuntamiento y todo alrededor son bares y pequeños restaurantes. Esta plaza de encuentra en todo el medio del casco histórico, digamos es el epicentro para ver la gran parte de puntos de interés.
Nosotras decidimos desviarnos un pelín y visitar primero el Hotel Bernuy famoso por su peculiar fachada se encontraba en obras cuando fuimos y no pudimos comprobar si merece la fama que tiene. Por suerte se encuentra junto al convento de los jacobinos que mantiene una estructura muy similar a la Basílica de San Sernín.




Dimos un par de vueltas más por la zona callejeando y pasamos por el Port de la Daurande muy cerquita del puente Neuf que atraviesa el rio Garona y por el que nosotras cruzamos camino de la Cúpula de la Grave.
Caminamos por la zona que era estaba un poco más desangelada que la anterior pero encontramos una iglesia en una esquinita bastante mona mucho más que nuestro destino porque la Cúpula de la Grave era bastante grande pero por fuera muy sin más.
La entrada cuesta 4 euros y no sabemos si es que no supimos mirar bien o qué pero los accesos al patio y otras salas se encontraban cerradas y solo pudimos admirar la cúpula. La cual debo decir que si, que era muy bonita pero que no vale 4 euros, lo lamento. Me sentí un poco chafada como cuando pagamos 8 por entrar en un Monasterio de Granada. Lo bueno es que pudimos coger un poco de calorcillo que a mí personalmente me hacía falta.
Volvimos al otro lado del rio cruzando el Puente de Saint Pierre muy cerquita de una iglesia que lleva su nombre.
Desde allí caminamos unos 15-20min por zonas residenciales hasta llegar a los Jardines Compans-Caffarelli, un gigantesco parque que encierra distintas zonas interesantes en su interior. Entre ellas, además de una zona más de picnic y otra para practicar distintos deportes también se encuentra los Jardines Japoneses, que fueron nuestra principal razón para ir hasta allí.
Estos jardines como su propio nombre indica están ambientados en un jardín japonés dividido en varias áreas, por un lado tiene un pequeño lago atravesado por un pequeño puente, posteriormente una zona de bambú emulando a un bosque. A mí personalmente desde que fuimos al Bosque de Bambú que había en Kamakura, estos lugares me fascinan aunque ninguno hasta el momento ha superado aquella experiencia y sensación.
Esta zona de bambús te lleva por otro puente hasta una casita estilo japonés abierta en la que se muestran distintas exposiciones de arte, esto es lo menos interesante del jardín. Por último, una pequeña zona zen en la que hay la típica arena gris perfectamente peinada.
Una vez lo vimos decidimos era el momento de regresar al centro y buscar un buen sitio para comer.





Desde este parque más o menos hay otros 20-30min caminando hasta la Plaza del Capitolio, podéis coger un autobús urbano en lugar de ir andando pero nosotras preferimos siempre caminar así podemos descubrir cositas por el camino. De hecho nos encontramos un curioso mercadillo urbano que en lugar de tener los típicos puestos que se montan y desmontan en el día eran furgonetas o camiones que tenían su propia barra de la pescadería, carnicería o panadería y la verdad era super chulo.
Cuando llegamos al centro paramos a comer cerca del hotel y posteriormente fuimos a hacer nuestro correspondiente check in que todavía no habíamos podido hacerlo y, por supuesto, nos echamos una minisiesta hiper merecida que para eso estábamos de vacaciones 😊
Pronto tendréis disponible un post con todos los sitios en los que paramos a comer durante nuestro paso por Toulouse.
Por la tarde callejeamos por el centro un poco sin rumbo hasta la hora de cenar, porque prácticamente nos habíamos visto todo lo imprescindible de Toulouse en tan solo un día.
Segundo día.
En nuestro segundo día por Toulouse decidimos hacer una excursión de un día entero a un lugar próximos, entre nuestras opciones se barajaba la más típica cuando se va a Toulouse, Carcasona. Sin embargo, hacía frio y consideramos que era un pueblo demasiado pequeño para tirarnos todo el día, así que sin cortas ni perezosas cogimos un tren hasta Burdeos.
Pronto tendréis disponible el post donde os cuento todo lo que vimos he hicimos en tan solo un día por Burdeos
Ultimo día
En nuestro último día no madrugamos y nos lo tomamos con bastante calma, decidimos irnos de compras, aunque no compramos nada realmente pues no había ninguna tienda de souvenirs o de regalos varios para traernos de recuerdo.
Lo que si encontramos fueron muchísimas tiendas de zapatillas de deporte que no se encuentran fácilmente en tiendas físicas de España.
Entre tiendecilla y tiendecilla entramos en la iglesia Saint Jerome que no la habíamos visto el primer día, desde allí nos fuimos hasta la Fontaine des puit-clos que simplemente es una fuente rodeada de unas columnas rosas muy monas pero muy mal acondicionadas, pues la zona estaba super mal conservada y si no la vas buscando entre los coches y las motos aparcadas en la acera junto a la fuente pasa totalmente desapercibida.
Callejeando un poco más llegamos hasta la Catedral de Toulouse que sinceramente no es la iglesia más bonita de Toulouse ni de lejos, ni tampoco la más grande. Considero que el primer día vimos bastante mucho mejores. Cerca de ella se encuentra la Halle Aux Grains una columna bastante imponente cerca de un teatro.
Por último, caminamos hasta el Museo de Historia Natural que se encuentra muy próximo al Jardín Royal. Esta zona si tenéis un día más y no sabéis que hacer, considero está genial para aprovechar esas horas muertas.




Se nos iba haciendo un poco tarde así que decidimos ir poco a poco regresando al centro y buscar un sitio donde comer para posteriormente acercarnos al hotel a por las maletas y desde allí bus al aeropuerto.
Cuando llegamos elegimos la opción más “cómoda” a priori que es llamar a un Uber y que nos dejase en la puerta pero a la vuelta decidimos coger el autobús urbano que va prácticamente directo al aeropuerto y que al ser dos nos costó lo mismo que el Uber, 9 euros a cada una por trayecto. Sí el bus un poco robo pero creo que hicimos bien porque estaba vacío, fuimos comidas sin prisas y sin ningún problema de estar pendiente de qué coche viene o si estamos bien situadas en la calle.
El bus nos dejó en la puertita del aeropuerto y desde allí nos tocó esperar un par de horas al vuelo, como dato sobre el aeropuerto deciros que no tiene casi de nada. Dos tiendas con lo típico colonia y alcohol y dos bares carísimos y 0 enchufes así que id con la batería cargada de casa porque los pocos que hay están escondidos y muy cotizados.
Espero que este pequeño post con todo lo que vimos e hicimos en nuestro paso por Toulouse os ayude si estáis planteándooslo viajar.
A mí la ciudad me gustó mucho y cumplió con mis expectativas de ser una ciudad pequeña, cómoda y muy fácil de ver.
Además el hecho de que casi todo el mundo hablara algo de español en los restaurantes o tiendas fue todo un punto extra, lo malo fue que no encontramos ni una mesera tienda de regalos o souvenirs y nos volvimos con las manos vacías sin ningún recuerdo físico pero con el corazón como siempre bien contento 🙂

Regálame un dulce en mi próximo viaje
Con lo que cuesta un dulce puedes ayudarme a seguir creciendo y mejorando mi contenido 🙂
1,50 €