Febrero es mi mes favorito del año básicamente porque es mi cumpleaños! Este 2023 como ya es costumbre como otros años mi chico me ha preparado una nueva experiencia gastronómica, el año pasado fuimos a Filandon restaurante que me gustó mucho, aunque no hice post contándoos mi experiencia como otros años lo pasamos de 10 y salimos muy llenos y contentos.
La verdad es que hemos ido ya a tantos sitios excepcionales como el Atelier Belge, Ático by Ramón Freixa o Six By Nico (aunque este último no fue por mi cumple) que crees que el siguiente no lo va a superar, pero como siempre, mi chico llega y se supera.
Como amante del sushi que soy, este año mi chico decidió llevarme a Umiko un restaurante fusión premiado en la guía Michelin y situado en pleno centro de Madrid.
A continuación os cuento cómo fue comer en Umiko, lo que pedimos, lo que nos gustó y lo que no, así como el total de la cuenta cortesía de mi chico.
UMIKO
El local es muy moderno, nada más entrar te reciben en una sala completamente blanca de arriba abajo, donde tienen una zona de mesas altas blancas y una barra de bar en la que hay una escultura muy curiosa de un hombre supercolorido.

Nosotros teníamos reserva por lo que en esta zona blanca apenas estuvimos, un miembro del personal nos acompañó a la mesa para llegar debes atravesar un pasillo y la cosa empieza a oscurecerse. El salón en el que se come es totalmente negro, tiene también una barra donde se visualiza perfectamente la cocina abierta y en la que se puede comer sin problema y posteriormente una zona más normalita con sus mesas y sillas todas oscuras con una decoración muy chula la verdad.
Tenían bastante cuidado todo el aspecto, la servilleta bordada con un pez globo, misma imagen en un mini reposa palillos y una figurita idéntica adornando la mesa. Aunque esto último nos lo quitaron nada más sentarnos.
El personal fue muy amable y mientras nos servían un poco de agua nos guardaron los abrigos para no estar incómodos durante la velada.


Comienza el disfrute
Pedimos bastantes cosillas todo para compartir, así ambos podíamos probar diversos platos sin pasarnos.

Empezamos con un entrante de bocado cortesía de la casa que me recordó a una croqueta de pescado que estaba riquísima. El aperitivo básicamente era un buñuelo de pescado de roca, con una bechamel muy suave y sabrosa.

Después llegaron los primeros platos, de la sección Sunakku pedimos dos, el primero de ellos fue un ramen seco con Carabineros al Wok uno de los platos que sí o sí debéis pedir, porque a mi personalmente me encantó. Era como su nombre indica fideos de ramen sin caldo con una salsa riquísima y trocitos de carabinero más la cabeza que el camarero estrujó al máximo para sacarle el juguillo sobre los fideos y que nos dejó aparte por si queríamos rebañarla. No sabría bien describir el sabor pero me encantó un 1000/10 le pongo si tuviera que puntuarlo. La ración estaba genial para dos, no te quedas con hambre ni demasiado lleno ideal para compartir si quieres probar varios platos, lo único es algo tedioso de comer o más bien de repartir al ser este tipo de fideos, que aunque seguro tienen un nombre super específicos, a mi me recordaron a unos espaguetis pero con otro saborazo.

Empezábamos muuuy bien la comida las cosa como son.
El segundo de los platos que elegimos de esta sección fue la Porra V 2.0, rellena de carabinero y polvo de cochinillo otro PLATAZO en mayúsculas. Aquí tuvimos que pedir dos pues la ración es individual y muy chiquita como para compartir, que por poder se puede pero sinceramente os quedaríais con ganas de más.
Básicamente este plato super original es tal cual lo que indica, una porra (bueno un trocito de porra) abierto al medio con carabinero por dentro y con “polvo” de cochinillo que nunca había probado, era como paja no sé, me recordó al aislante de las paredes en cuanto a forma, en cuanto a sabor tenia un saborazo a cochinillo increíble. Todo ello sobrecogido con una hoja de lechuga que debía envolver la porra y comerse directamente con las manos. También venía acompañado de una salsa agridulce casera muy rica. Otro platazo muy recomendable.
Para mi esta primera sección y estos primeros platos fueron los más top de lo que comimos y si en algún momento de nuestras vidas nos da por volver los repetiríamos seguro.

Después entramos en la parte de los Nigiris, que venían a pares por lo que no tuvimos que duplicar pedido en ningún momento.

Empezamos pidiendo una Sepia playera con ajo y perejil y la verdad, este no me gustó nada. Si lo sé no lo pido directamente, no se que pensé que sabría pero no fue mi estilo y no me gustó, lo siento. Era lo que decía un nigiri con un cachito de sepia y una cremita de ajo y perejil, aunque creo que también llevaba guasabi porque me supo a “pasta de dientes” y es como me tiende a saber este ingrediente a mí.
Tras este primer resbalón retomamos con mucha más fuerza tras el siguiente niguiri del cual me hubiera pedido ocho. Socarrat era el nombre y sorprendentemente sabía a socarrat, era un niguiri cuyo arroz emulaba al socarrat de la paella con un arroz crujientillo y amarillento con una gamba blanca encima muy blandita que se deshacia y su cabeza al lado puesto que el concepto era comerlo de bocado y posteriormente chupar la cabeza de la gambita para una experiencia 10. Yo no soy fan de chupar las cabezas de las gambas pero aún así puedo decir y digo abiertamente que fue mi nigiri favorito de toda la comida (aunque esto no quiere decir que no sigas leyendo)

El tercer nigiri que nos pedimos fue el de Toro Yuzu que aunque no soy nada atunera me gustó muchísimo. Este era más simple tenía el arroz super bien hecho con la capita de Toro por encima con un pequeño toque de Yuzu. Simple, sencillo y riquísimo.

En cuarto lugar pedimos el de Wagyu de Kagoshima que venía con un Chimichurri japonés, como bien debéis saber el Wagyu es una de las carnes más ricas y costosas de japón, por lo que este nigiri no fue barato pero valía lo suyo pues la carne es espectacular. Aunque debo confesaros que no está en mi top del día.

Pedimos también un plato que estaba fuera de carta y que nos recomendaron los camareros a nuestra llegada junto a unos cuantos más nada baratos la verdad pero todos con buena pinta. Este plato eran los chipirones que venían rellenitos de arroz en una salsa riquísima. Tuvimos que pedir dos puesto que de nuevo venían tan solo dos chipirones por plato y como que para compartir bueno da pero te quedas con ganas de más como te guste mucho.
Con este plato yo ya estaba requetellena pero mi chico todavía tenía algo de hambre así que pidió un nigiri más y un Usuzukuri.

El nigiri que se pidió fue el gallego compuesto de arroz con una capita de buey gallego, miso y chalota. Estaba rico pero un poco sin más, no me entusiasmo casi en comparación con el resto de los platos que habíamos comido por el momento, aunque lógicamente me gustó más que el primer nigiri que pedimos pero el nivel ya estaba muy alto.

Sin embargo, el Usuzukuri rompió expectativas, pidió una vieira con mantequilla francesa y parmesano y buah, espectacular. Si sois amantes del parmesano DEBEIS pedirlo. Este junto con el de socarrat 100% hacedme caso.
Por último pedimos dos postres, nos hubiera dado bien con uno pues los tamaños eran bastante aceptables para ser un postre pero claro el dulce nos puede y decidimos pedir dos mochis, uno de pistacho que no estaba nada mal puesto que por dentro tenía como nata o helado de nata y una capa de crema de pistacho algo amarga pero muy rica y el otro de caramelo dulce y vainilla, este era igual que el otro pero el helado o la nata cambiaba a vainilla y la crema de pistacho ahora era de caramelo dulce y si, estaba mucho mejor que el de pistacho pero ambos me gustaron muchísimo.

Tenemos el presentimiento que estos ricos mochis los venden también en una pequeña cafetería o restaurante unos metros más arriba en la misma calle, pues al llegar nos pasamos el restaurante y acabamos allí en un escaparate lleno de bolitas con una pinta espectacular. Así que ahí os dejo la alternativa por si queréis probarlos al margen de la comida.
La atención
En cuanto a la atención decir muy rápidamente que fue de 10. Venían te explicaban el plato rápidamente y se marchaban. El ritmo de los platos fue muy bueno, los traían como de dos en dos, al ser platos relativamente fríos, pero solo te servían uno en la mesa para no agobiar y dejar tiempo al disfrute.
Lo que más me llamó la atención fue que te limpiaban la mesa todo el tiempo tras cada plato independientemente si la habías manchado o no, así que no temáis de cogerlo con la mano y que se os caiga un gramo de arroz que independientemente os limpiarán la mesa.
Presupuesto
Como era mi cumpleaños mi chico me invitó como es ya costumbre aún así os diré que este sitio barato no es, pero que muchos de sus platos valen su precio sin duda.
Al final estás pagando no solo un productazo como en nuestro caso a sido el Wayu o los Carabineros sino también una elaboración riquísima y original como la Porra 2.0 o el niguiri de Socarrat que para mí fueron un 10.
Finalmente a mi chico 11 platos, 2 postres y 3 bebidas le salió por 147eurazos.
Considero que este sitio entra dentro del Top de experiencias gastronómicas vividas en Madrid y que quizá en un futuro me encantaría volver, al final son sitios que te dejan un muy buen sabor de boca que el precio es caro pero lo pagas con gusto al haber comido así de bien y que para una ocasión especial, cumpleaños, aniversarios, nuevo trabajo etc son un homenaje merecidisimo
Yo quedé encantada como veis y lo recomiendo bastante 🙂
Espero que si tenéis algún plan interesante a la vista valoréis este sitio o cualquiera de los que os he recomendado anteriormente y disfruteis tanto como yo:)

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