Dónde comer en ASTURIAS con Perro (y donde no).

Como ya os conté, recientemente pasamos unos días por Asturias con nuestro perrete. Decidimos irnos con él de viaje por primera vez desde que lo tenemos por lo que decidimos pasar dos noches en Gijón, una de las ciudades más petfriendly de España según Google y visitar distintas zonas de la comunidad.

Todo lo que hicimos y vimos esos días lo tenéis ya disponible en distintos posts, tanto de Gijón como de Oviedo.

A continuación os cuento uno de los puntos más importantes a tener en cuenta si viajas con perro, sobre todo y es inviernos que es dónde comer calentito.

Ya tenéis todos los post de nuestra escapada asturiana, pero permaneced atentos a las redes sociales :)

LUGAR QUE NO RECOMIENDO: Sidreria la tabacalera

*Inciso: Antes de proceder a mi experiencia en este local deciros que en el momento fue decente pero posteriormente fueron de lo más maleducado con lo que yo me he topado en un restaurante, por lo que si estáis leyendo esto, este restaurante es uno de los que tienes que evitar por tu paso en Gijón.

En nuestra primera noche llamamos reservamos en la Sidreria la Tabacalera que tenía buenos comentarios y nos dijeron que podríamos ir con el perro sin problema y cenar dentro del local. Puesto que muchos restaurantes “petfriendly” solo te dejan estar en la terraza y nosotros buscábamos un lugar calentito.

El local era típica taberna asturiana con una terraza abarrotada de gente bebiendo sidra y dos comedores interiores, nosotros estuvimos en el primero que era muy chiquito pues apenas tenía 4 o 5 mesas. El lugar la verdad que limpio, limpio … no estaba pero no pintaba mal.

Tenía una carta extensa con bastantes tapas muchas de ellas invitaban a ser compartidas, sin embargo, nosotros fuimos a tiro hecho a por el Cachopo.

Pedimos solamente uno y la verdad que para dos e incluso para tres con poca hambre da bien porque era muy grande y venía acompañado de unas patatas que estaban de muerte. El cachopo sin embargo, pese al tamaño de la ración tenía un rebozado un poco meh, se caía demasiado y no me termino de llamar demasiado pese a que no cenamos nada mal. Además no era muy caro para el tamaño de aquella ración, puesto que nos costó 25e.

Lo malo de este sitio y por lo que no lo recomiendo además de la suciedad es por el mal trato y la falta de respeto de quien lleve sus redes.

Al ir a pagar la cuenta observamos que nos cobraron 1,2euros por un vaso de agua del grifo para mi perrete. En España es ilegal cobrar agua del grifo y más si lo pides específicamente así, sin embargo, al verlo en el tiquet y al haber cenado bien pues no les montamos el pollo porque no me parecía importante por lo que viene siendo un euro. Sin embargo, este hecho lo puse en Google, porque al final la gente debe saber que llevar a tu perro y darle agua en esta local cuesta un dinero por poco que sea.

¡Que ojo! ojalá en cualquier restaurante admitieran perros bajo la premisa de pagar uno o dos euros, yo sinceramente lo pagaba sin problema porque quiero que mi perro pueda acompañarme más en mi día a día pero avísame antes de ir.

El problema estuvo cuando conté mi experiencia en Google que sinceramente no fue mala, les califiqué con un 3 porque el cobro del agua del grifo sumado a la suciedad del local no merecía las 5 estrellas por mucho que cenásemos bien. Considero fui educada y generalmente nunca pongo mucha crítica negativa en mis reseñas de Google pues no me tiendo a enrollar tanto como por aquí porque considero que este espacio es mío y puedo decir y poner todo tal y como lo viví y en el otro pues cuanto más claro y conciso más ayudas.

No recomiendo este sitio básicamente porque en lugar de ignorar mi comentario o ponerme -“debió ser un error el cobro al haber tanta gente”, porque había mucha gente, me dijeron que yo fui con más gente, que pedí un botellín de agua y que entre muchas otras cosas era una mentirosa y que me iba a crecer la nariz además de llamarme “señorita” en tono despectivo, no se algo muy lamentable por parte de este local, así que si podéis no vayáis. Todo esto sucedió a los días y lógicamente me sentó fatal provocando que ahora ni recomiende el sitio ni vuelva a ir y por supuesto bajase aquella calificación de un 3 a un 1.

Nunca hago estás cosas pero por primera vez voy a colgar tanto mi reseña como la educadísima respuesta de estos señores. De verdad no vayáis, porque leyéndolo de nuevo no comprendo la agresividad con la que responden a mi primera reseña porque sinceramente no es la peor que he dejado ni mucho menos.

Finalmente pagamos un total de 34e por un cachopo 3 cocacolas, 1 vaso de agua del grifo y pan. Unos 17euros por cabeza porque aunque le dimos patatitas a nuestro perrete fuimos dos para pagar.

Restaurante el ferroviario – Oviedo

El segundo día sin saber muy bien como terminamos en Oviedo, en esta ocasión no habíamos llamado previamente, sino que vimos en Google varios restaurantes con buenos comentarios que decían que incluían perros sin problema en su local. Uno de ellos era Restaurante el ferroviario que estaba llenísimo de gente.

Había muchísima gente pero tenía una mesa en la terraza con estufitas y no hacía excesivamente frio así que mi chico entro a preguntar si podíamos sentarnos a comer dentro y sino quedarnos con aquella mesa de fuera.

La verdad que el camarero fue encantador no había sitio dentro y tuvimos que quedarnos aquella mesita en la terraza que justo daba con toda la muchedumbre que se encontraba de paso por la calle.

Sinceramente sentí bastante miedo porque mi perro tiene un poco de ansiedad social y aunque la noche anterior había estado super tranquilo porque estuvimos en una esquinita no sabía muy bien cómo iba a reaccionar en una terraza con gente pasando por todos lados. Y bueno, pudo ser peor.

Lo peor de llevar un perro inquieto o con ansiedad social no es el perro (que también) sino la gente que no está comiendo en el restaurante, sino que pasa caminando junto a la terraza y lo ve lo llama o lo comienza a achuchar a pesar de ver que estás comiendo o sujetándolo de manera tensa para que no tire toda la mesa ni moleste al resto de comensales del local. La verdad fue una comida complicada pero en parte fue culpa de la gente.

*Anécdota: Al margen de la gente, quiero contaros que nuestro perro decidió irse a dar una vuelta aprovechando un momento en el que quisimos atarlo mejor para que no molestase demasiado, en el momento huida yo ejercí de mala madre y no me moví suponiendo que volvería mientras que mi chico ejerció de padre responsable que salió corriendo a por él, la verdad que nuestro pobre estaba tan nervioso y agobiado que corrió un par de metros y volvió corriendo enseguida a donde estábamos tras sembrar el caos un poco. Pese a esto, no nos echaron del restaurante, así que gracias al local, este si es de fiar y lo recomiendo muchísimo.

Dicho esto os cuento cómo fue la comida, porque pese a todo el caos y estrés que nuestro perrete nos causó comimos de maravilla y sin duda este es uno de los sitios Top a los que volvería sin dudarlo, tanto con que sin perrete.

El local tenía carta y un menú del día por 21e que incluía entrante, primero, segundo, postre, pan y bebida, casi nada vamos. Así que pedimos dos menús y nos pusimos las botas!

El menú no tenía opciones a elegir el entrante se basaba en una tarrina de queso cabrales, una por persona, que estaba super rica y que repetiría mil veces. Un primero, que no podía ser otra cosa que fabada asturiana, aquí ponían una cazuela para los dos y la verdad que la ración no escatimaba puesto que nos sobró a pesar de estar buenísima. De segundo, nos pusieron dos “cachopinos”, uno a cada uno, con sus correspondientes patatas, según el camarero no eran grandes pero para mí lo fue. Ahora eso sí estaba muchísimo mejor que el de la noche anterior, sobre todo el rebozado y la textura estaban muy bien nada grasientos ni se despegaban ni nada. Y, de postre había arroz con leche que yo no soy nada fan y apenas comí solo lo probé por no decir que no me gusta sin probarlo pero no, no es un postre para mí. Sin embargo, mi chico fan del arroz con leche apenas dejó nada.

La verdad es que comimos super bien, las raciones eran grandes, la bebida estaba incluida y el trato fue maravilloso. El chico se portó super bien a pesar de que nuestro perrete no paraba quieto y de que se nos escapase una vez, fue muy amable y comprensivo, no nos dijo absolutamente nada aunque tampoco pareció que a los demás comensales les estuviera importunando nuestro pequeño pero bueno mi percepción fue que nos podría haber echado y no lo hizo. He de destacar además el hecho de que trajo un palito para que Robin también comiera algo y se entretuviera algo me pareció todo un detallazo. Volveré.

Como os decía pedimos dos menús del día por lo que la comida nos salió a 42e, 21 por cabeza nada más para todo lo que comimos y lo rico que estaba.

Berty´s burger Gijón

En nuestra última noche por Gijón fuimos a comer la que dicen es la Mejor hamburguesa de la ciudad que la sirven en Berty´s Burger cuyo local también estaba hasta arriba cuando fuimos el cual por supuesto también es petfriendly y al que recomiendo reservar.

Nosotros nos la jugamos como en Oviedo, nos presentamos allí y preguntamos si había hueco pero en ese momento no había mesa en esos momentos así que nos tocó hacer tiempo y dar un par de vueltas por la zona ya que nos tomaron nota para media hora más tarde.

El local ocupa al menos una planta baja de un edificio siendo hiper grande y tiene una terraza que prácticamente rodea todo el edificio con lo que no os desesperéis si los camareros tardan en atenderos porque parece que no pero tener que atender a 20 meses como poco a cada cual más lejos de la puerta y la cocina no debe de ser fácil, la hora del gimnasio la tienen convalidada toda la semana.

Sin embargo, debe de tener éxito pues pese a lo grande que es el local estaba tan lleno que recomiendo encarecidamente si puedes reservar o pasarte antes para pedir hora.

Nos sentaron en la terraza en una mesita para cuatro separada de las de al lado mediante unos tiestos enormes que aportaban algo de intimidad y privacidad, tuvimos suerte de que tuviera esto porque impedía que nuestro pequeño agobios se estresase demasiado pues apenas veía gente alrededor. No todas las mesas tenían esta separación con las de al lado pero me gustó que nos dieran justo una que sí.

Para comer fuimos sencillos, yo me pedí unos tacos de puller pork que estaban increíbles y se encontraban en la parte de entrantes aunque perfectamente, como fue mi caso, puede ser el plato principal de alguien incluso ideales para compartir entre varios. Lo malo y lo bueno a la vez es que las tortitas eran de esas super frititas que por una parte me encantan pero por otro lado al morder se rompen fácilmente y dificulta que comas sin mancharte.

Mi chico, como era de esperar, se pidió una rica hamburguesa, la más famosa del local y la que en teoría es la mejor de la ciudad. Su veredicto fue que no habíamos probado suficientes allí como para saber si era o no la mejor, pero desde luego si había probado mejores aunque le gustó bastante.

De postre compartimos la tarta de Toblerone que estaba muy rica aunque llenaba muchísimo.

En cuanto al personal fue muy amable e incluso dieron mañas a nuestro pequeño. Cenamos con algo de frio eso sí pero por lo demás estuvo muy bien. Un sitio recomendable la verdad.

En total los dos platos, las bebidas y el postre nos costó 34e, los mismo que el primer día pero sin ningún cobro extra, por lo que los 17e por cabeza no estuvieron nada mal.

En total en nuestro paso por Asturias nos gastamos para tres comidas 110e. Es decir, 55euros por cabeza, nada mal teniendo en cuenta que comimos bastante bien.

Los restaurantes cuando viajas siempre son una lotería pero si vas con perro la cosa se complica, pues las posibilidades se reducen bastante. Espero que este breve post en el que te doy 2 opciones super validadas para comer y 1 para evitar a toda costa te ayuden en tu paso por Asturias vayas con o sin tu peludo.

*Briconsejo: si vuestro perro es como el nuestro muy inquieto, nervioso y con algo de ansiedad, intentad buscad las esquinas en las que menos gente pase o intentad siempre comer dentro, generalmente la gente se centra en la comida e ignora al perro y eso hace que las probabilidades de caos disminuyan.


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