GIJÓN con perro, que ver y hacer en 2 días

Estas navidades fueron algo distintas, en lugar de hacer una escapada en pareja fuera del país como hicimos el año pasado yéndonos a París decidimos quedarnos en España. Hace unos años hicimos una escapada similar a O´Grove donde aprovechamos además para hacer noche en Astorga, una ciudad que recuerdo con mucho cariño y recomiendo encarecidamente ir si buscas relax cualquier mes del año.

Esta vez fue distinto, porque por primera vez decidimos hacer unas vacaciones en familia con nuestro pequeño perrete. Por si no lo he mencionado, tengo un precioso, listo e hiperactivo Border Collie de dos añitos con el que hasta el momento no habíamos pasado una noche lejos de casa con él, más allá de dormir en casa de alguno de nuestros padres, así que decidimos que era el momento.

Según Google Asturias es el paraíso natural para cualquier animal y Gijón tiene la fama de ser la ciudad más petfriendy de toda España, así que sin pensarlo mucho decidimos ir a comprobarlo.

A continuación os cuento como fue nuestra primera escapada con un perrete por Gijón!

Ya tenéis disponibles todos los posts sobre nuestra escapada a Asturias con nuestro perrete! Dónde comimos, pueblitos que vimos, consejos y demás.

Comienza la aventura

Antes de nada contaros que nosotros fuimos hasta Gijón con nuestro perrete en coche, siempre le llevamos en el asiento trasero para que vaya ancho y bien cómodo y esté viaje no fue excepción, en mi opinión el maletero es para las maletas. Además nuestro perro es muy cotilla y el ir detrás le permite tener una mayor movilidad aun estando bien atado y mirar por las ventanillas el tiempo que quiera.

A priori pensé que nos tocaría parar más veces de las habituales al llevarle, pero la ansiedad o el miedo a que le abandonásemos hizo que parasemos tan solo 2 veces, pues cuando paramos lo único que él pobre quería era volver a subirse y no perdernos de vista. La verdad es que se portó genial en el trayecto pero el drama cuando el coche se paraba era exagerado para las mañas que recibe todo el tiempo.

Comimos en un Mc Donalds a una hora de Gijón y llegamos a nuestro alojamiento después de comer

INCISO SOBRE NUESTRO ALOJAMIENTO

Glamping Quintana era una burbuja dentro de una finca privada en la que están construyendo y reformando más varias hectáreas de campo, caballos y otro perrete hacían que el entorno fuera muy bonito.

La burbuja era fría porque no tenía calefacción pero la cama estaba genial y el desayuno decidimos no cogerlo pero tenía. A pesar del frío y de la poca intimidad que había ya que los propietarios estaban trabajando en las otras casitas me gustó muchísimo y creo que es una experiencia única.

Nos alojamos en una especie de urbanización a tan solo 10 minutos en coche del centro de Gijón, por lo que en cuanto nuestra habitación estuvo lista y nos aseamos un poco del viaje, salimos a ver la ciudad.


Gijón

Aparcamos en el parking del Espigón ya que la zona central está restringida a determinados vehículos, la verdad que renta porque no es excesivamente caro, estuvimos cosa de 5/6 horas y nos costó unos 5euros en Madrid eso sería cerca de 20 así que nada mal y te evitas dar vueltas sin sentido en el coche o pagar parquímetro cada X tiempo.

El parking se encuentra justo a escasos metros de las Letronas que fue nuestra primera parada. Desde allí caminamos hasta la Plaza del Marqués, donde ya se empieza a ver distintas terracitas que invitan a tomar algo, en esta plaza también se encuentra el palacio de Revillagigedo, además de una fuente conmemorativa y un curioso pozo al que con cuidado te puedes acercar sin problema.

Continuamos para adentrarnos más en el casco histórico por una de sus callejuelas hasta la plaza mayor, al ir en temporada navideña las fachadas estaban decoradas y mostraban un curioso espectáculo de luces cada 30min.

Decidimos alejarnos un poco del bullicio pues tenemos la teoría, no sabemos si es verdad, que nuestro perro sufre de ansiedad social, pues iba muy nervioso paseando entre la gente y eso que sinceramente tampoco había demasiada muchedumbre pero al vivir nosotros en un pueblo tranquilísimo, 4 personas para mi perro ya es aglomeración :/ Por tanto, fuimos hacia la costa, para ver el mar junto a la plaza de San Lorenzo, la cual por cierto tiene varios tramos en los que permiten el baño de los perros, lógicamente nosotros no pusimos un pie en la arena con ese frio pero es bueno saberlo para un futuro.

Caminamos por el paseo que dibuja el muro de san Lorenzo hasta la Iglesia de San Pedro que dejaba una fotografía preciosa de la ciudad. La rodeamos y subimos hasta el Cerro de Santa Catalina. Este cerro tiene varios monumentos o espacios interesantes para visitar, también es un sitio idóneo para pasear y más si vas con tu perrete, pues forma parte de uno de los puntos verdes en los que se permite pasear el perro sin la obligatoriedad de llevarlo atado. Nosotros al nuestro no lo dejamos suelto porque seguía algo nervioso, pero si le dejamos jugar con un par de amiguitos.

Uno de los puntos más famosos e interesantes de este Cerro es la escultura del Elogio del Horizonte, que no es una mera escultura sino que es un amplificador del mar, es decir, que si te sitúas en el centro escuchas con una mayor intensidad el oleaje. Me pareció algo bastante guay. Un poco más abajo, se encuentra todavía restos de lo que en su día fue la batería alta, un lugar que en su momento sirvió de punto estratégico para proteger la ciudad.

Recorrimos todo el parque y bajamos por la parte posterior a la que habíamos subido, llegando al Dique de Santa Catalina donde a parte de un par de edificios históricos y esculturas, por el camino también puedes encontrarte una pista de skate abierta al público.

Caminamos por el puerto tranquilos, pues por esta zona apenas había nadie y regresamos a la Plaza del Marqués para irnos hacia el restaurante donde habíamos reservado mesa aquella noche, no sin antes ver el famoso Árbol de la sidra que como su propio nombre indica es una escultura en forma de Árbol compuesta por botellas de sidra como señal de estar en la ciudad por excelencia de esta bebida.

Como siempre ya tenéis más detalles sobre dónde y qué cenamos en nuestra visita aunque siendo Gijón creo que está claro lo que comimos por lo menos uno de los días. 
No os perdáis cómo fue nuestra experiencia comiendo en Asturias con un perrete.

SEGUNDO DÍA

Nuestro segundo día amaneció precioso, pues el lugar donde nos alojábamos era muy bonito a pesar de que la burbuja era bastante bastante fría. Recomiendo llevaros una mantita para vuestro pequeño.

El plan de ruta era sencillo, ver un par de miradores y algún que otro pueblo, pero debo avisaros que cambiamos el plan y sin saber muy bien cómo acabamos comiendo y visitando Oviedo, pero eso es una historia a parte 😉

Sin embargo, sí que visitamos un mirador bastante cerquita de Gijón que recomiendo encarecidamente, sobre todo, si como nosotros, viajáis con vuestro peludo porque se lo va a pasar como un enano.


Primera parada: El mirador de la providencia

Para llegar en coche es bastante cómodo pues aunque hay que callejear por alguna que otra urbanización de casas increíbles el acceso es sencillo y cuenta con un parking al aire libre gratuito que posee su propia zona de aseo personal.

Este mirador se caracteriza por tener una especie de barco (o al menos a mí me pareció un barco) en mitad de la colina, al cual puedes subir por unas escaleras que se encuentran justo en mitad de la imponente escultura.

La zona tiene un parque infantil juntos al aparcamiento, en terreno llano, el resto es campo abierto con vistas al mar y varios senderos asfaltados para caminar, algún banco para sentarse y disfrutar de las vistas y un par de esculturas más. Este mirador también se encuentra dentro de los puntos verdes dónde tu perro puede ir suelto sin problema y considero que es un lugar ideal para disfrutar de él.

De todos los lugares en los que estuvimos estos dos días por Asturias, este fue mi fav y juraría que el de mi perrete también porque correteo y correteo todo lo que pudo y más.

Además de ser un sitio ideal tenía un sendero directo a una cala, nosotros no lo inspeccionamos bien pues preferimos caminar por la parte más céntrica del parque pero la playita era también bastante bonita.


SEGUNDA PARADA: LA CASCADA MEXONA

Cuando nuestro peludo se cansó un pelín pusimos rumbo al siguiente destino: La Cascada de la Mexona pero lamentablemente por desconocimiento de la zona no llegamos a ir.

Al contrario que el anterior punto aquí no había ningún tipo de parking o zona en la que se pudiera dejar el coche sin que impidiera el tránsito, la única zona que encontramos para aparcar estaba en el puedo bastante lejos del punto en el que marcaba Google se iniciaba el camino a la cascada.

Seguramente habría algún punto para aparcar mejor situado, pero al no encontrarlo decidimos prescindir de visitar la cascada y decidimos irnos a Villaviciosa, un pueblito situado bastante cerca del punto en el que nos encontramos.


TERCERA PARADA: VILLAVICIOSA

Villaviciosa es un pueblito también muy pequeño a escasos 10 minutos de nuestra anterior parada, aparcamos a la entrada en un parking gratuito de tierra pero bien acondicionado desde el cual comenzamos un paseo bastante ameno.

Comenzamos nuestra visita con la Iglesia de Santa Maria de la Oliva justo en la paralela del aparcamiento tras ella se encuentra el Teatro Riera un poco más adelante se encuentra la oficina de turismo del pueblo quien para hacer más atractiva la visita de los turistas habían colocado un paseo de manzanas que te indicaban la proximidad a un punto de interés.

Callejeamos siguiendo manzanas un rato hasta que decidimos que habíamos visto ya todo lo relevante del pueblito, la verdad es que no tiene perdida todo está muy cerquita y el paseo es muy ameno.

CUARTA PARADA: OVIEDO

Tras verlo, decidimos ir a comer a Oviedo y de paso visitar un poco la ciudad.


Por la tarde-noche después de descansar y respirar aire puro en nuestra burbujita, regresamos a Gijón para visitar de nuevo el casco histórico, callejeando un poco sin rumbo hasta la hora de cenar.

A la mañana siguiente recogimos temprano y volvimos a casa 😊


En resumidas cuentas Gijón es muy pequeño, me dijeron que tardaríamos más en ver el casco histórico pero en medio día lo tienes más que aprendido, en mi opinión. Aun así creo que fue una muy buena y bonita escapada.

Considero que hacer noche allí y tenerlo como base para visitar unos días pueblecitos, miradores y playas cercanas es una muy buena idea pues te aseguras estar en una zona relativamente céntrica a partes muy interesantes de Asturias y a la vez tener siempre restaurantes abiertos que en su mayoría son petfriendly

Seguramente volveremos, no a ver Gijón de nuevo pero si a Asturias, porque yo soy de esa poca gente que todavía no ha visitado los lagos de Covadonga y es algo inadmisible que queda pendiente para otra visita 😊


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