Cómo ya sabéis de vez en cuando además de contaros mis viajes me gusta hablaros de otro tipo de experiencias que voy viviendo a modo de recuerdo para mi y recurso para ayudar a otros a decidirse o no de hacerlo, sabiendo un poco qué se pueden encontrar.
En esta ocasión os traigo una nueva experiencia gastronómica que viví recientemente en Madrid, se trata nada menos de la visita a otro de los restaurantes que el grupo Dani García tiene en la capital y es que si hace unos meses os contaba como era cenar en Leña, no podía dejar pasar la ocasión de contaros cómo se come en BiBo.
Id abriendo boca que a continuación os cuento todo lo que comimos y cómo lo pasamos!
EXPERIENCIA BiBo
A finales de enero decidimos celebrar el cumpleaños del padre de mi chico en un buen sitio, asique reservamos en BiBo. Os contaré un secreto, el plan inicial era repetir e ir a Leña porque realmente nos gustó mucho y en su carta tiene algo más de carne que la de BiBo, pero desde que a Dani García le dieron otra estrella está siendo imposible hacerse con una reserva, asique elegimos ir a BiBo y yo creo que, a grandes rasgos, no nos arrepentimos.

Como os digo fuimos de celebración por lo que fuimos cuatro personas que nos permitió elegir un mayor número de platos y poder degustar más variedad.
El local esta en pleno Paseo de la Castellana y es más luminoso y amplio que Leña pero en mi opinión no ofrece tanta intimidad, las mesas están mucho más juntas entre sí y había muchísima gente. La estética sin embargo, era muy bonita, tenia un gran globo aerostático en la zona del bar y la parte de la cocina parecía el típico pórtico de las ferias andaluzas.
Nada más entrar nos ofrecieron, sin coste adicional, un servicio de guarda ropa el cual se agradece porque con el frío que hacía en Madrid los abrigos abultan demasiado. Tras dejar las chaquetas nos acompañaron a la mesa aunque no nos preguntaron si queríamos algo de beber ni nos dieron el QR de la carta hasta bastante tiempo después de habernos sentado, pero la espera no se hizo larga.
Una vez con el QR de la carta en la mano y las bebidas pedidas nos trajeron un gazpacho de cortesía así como pan y mantequilla que si llevaba un sobrecoste, aunque estaba riquísimo. El pan era estilo focaccia y nos gustó tanto que repetimos, la mantequilla por el contrario era francesa pero sin más, nada que ver con la de Leña que era ahumada.


Como éramos cuatro decidimos pedir cuatro entrantes para picotear y luego dos principales para compartir y poder llegar bien a los postres.
Tal y como nos pasó en Leña, volvimos a picar y a pedir de más por culpa de los camareros que sinceramente te engañan. En Leña nos hicieron pedir un entrante más “porque iba a tardar muchísimo” el plato que pedimos y en BiBo pedimos dos brioche más “porque son de bocado” (haciendo un gesto minimo con la mano) mentira y mentira, pero bueno. Eso es lo que menos me gusta de estos sitios, que son caros y aún así se las apañan para hacer que pidas y gastes más, por lo demás el servicio muy bueno.
En resumen, pedimos 2 brioche de pollo y 2 cojonudos, habríamos pedido solo uno de cada, pero como os dijo el camarero insistió que se comían en un solo bocado, y ya os digo yo que no. No son gigantes pero no están mal, al final son como mini hamburguesas de brioche una con pollo frito, tomate y mahonesa, una combinación muy buena pero básica y el otro tenía chorrizo picante picadito coronado por un huevito de codorniz. A mi esté último no me gustó :/



Pedimos también las milhojas de queso y foie que estaba ES-PEC-TA-CU-LAR, me hubiera pedido ocho si hubiera podido la verdad, increíble. Yo es que soy super fan de foie y este estaba muy rico de verdad, peeero muy muy poca cantidad, esto si que era de bocado y nos los brioche. Para cuatro personas la verdad es que la ración es pequeña, quizá para dos hubiera estado mucho mejor repartida. Aun así entrante que recomiendo si o si.
Como último entrante pedimos una croquetas cremosas de tinta que eran de chipirón y estaban también muy ricas, me encantaron la verdad, tenían como los trocitos del chipi en su tinta con una textura cremosita y el rebozado era muy finito como una especie de tempura, no sabría decir con exactitud pero estaban de 10. Este entrante traía una ración bastante generosa además, muy muy bien. También muy recomendable!

En cuanto a la atención, quitando al camarero timador, todos fueron super simpáticos y amables, un detalle a destacar fue el hecho de que el padre de mi chico solicitó al inicio de la comida marinar uno de los platos con un vino específico y, como debe de ser, le trajeron la copa a la par que el plato sin necesidad de repetirlo. Sé que es algo obvio pero nosotros generalmente siempre acabamos repitiendo mucho las cosas, no hace mucho me quedé prácticamente sin cenar en un restaurante de Madrid porque se olvidaron de mi plato y cuando lo reclamé y me llegó finalmente a la mesa mis acompañantes ya habían terminado de cenar.
Tras los entrantes, pedimos dos platos principales para compartir que vinieron en orden primero el pescado y después la carne. Pedimos el solomillo de atún de almadraba que sinceramente a mi no me gustó, pero no por nada sino porque yo no soy nada fan del atún y me sabía demasiado a mar, ese salazón no me gusta, a mis acompañantes por el contrario les encantó. Y junto al atún también pedimos el ravioli de rabo de toro, que traía una capita de puré de patata, muy rico la verdad, me recordó mucho a un plato que comimos en Astorga.


Por último, los postres.

Pedimos de nuevo dos tipos para probar y debo decir que aunque son bastante caros los postres estos eran generosos. Pedimos por un lado la torrija de chocolate blanco, que estaba muy buena pero no es la mejor que he probado, de hecho me la esperaba con más sabor a chocolate blanco pues tenía un toque muy liguero. Y, por otro lado, pedimos la cheesecake Bibo de queso payoyo que estaba impresionante, fue el postre que más me gustó, no dejaba de ser una NY cheesecake pero tenía distintas texturas y daditos de queso payoyo muy ricos. Por ponerle un pero para mi gusto sobraba mucha fruta confitada por lo demás super recomendable.

Una vez terminada la comida, creo que la cuenta ascendió a unos 170 euros en total, que si pensamos dónde estamos, qué pedimos 6 entrantes, 2 panes, 2 principales y 2 postres carísimos más las bebidas no me parece excesivo el precio y no estuvo nada mal, al final costó menos de 43e por cabeza aproximadamente.
En líneas generales comimos muy muy bien, sin embargo, de los dos restaurantes del grupo Dani García al que hemos ido me sigo quedando con Leña y eso que a mi BiBo me supo mucho mejor porque fui de invitada y no pague la cuenta y seamos sinceros así todo siempre sabe mejor 🙂
Espero que os haya gustado este post y que veáis que a veces los restaurantes de Chefs con estrella no son hiper caros, no son para ir todos los fines de semana pero para alguna ocasión especial no tengáis miedo a tenerlos en cuenta.

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Un comentario en “Experiencia BiBo Madrid by Dani García.”