Como ya sabréis pasamos la primera semana de septiembre en Ámsterdam en casa de una amiga que vivía en Purmerend
Uno de los dias que mi amiga trabajaba decidimos ir a ver pueblecitos cercanos entre Ámsterdam y donde estábamos.
Primera parada Zaandam
La primera parada que hicimos fue Zaandam, lo habíamos visto el primer dia de pasada con el tren y había despertado en mi bastante curiosidad. El novio de mi amiga trabajaba justo allí asi que no había mejor guía.
Cuando llegamos a la estación lo primero y lo que mas impresiona de Zaandam es el hotel Inntel, cuya fachada esta decorada como si fueran varias casas individuales una encima de la otra. Es bastante original y pese a destacar no desentona con el entorno de casitas mas bajas.
Debo deciros que Zaandam es un lugar rápido para ver, al que no le dedicareis demasiado tiempo, pero que no esta mal parar justamente por eso, porque apenas se pierde tiempo y a mi personalmente el estilo de casitas de madera todas en tonos azules y verdes me encandiló bastante.
Paseamos por su calle principal en las que los comercios y casas mantienen el mismo estilo combinando sus colores, caminamos hasta el final para toparnos con un gran paso de cebra con los colores del arcoíris.
Desde allí nos desviamos a una plaza no muy lejos donde nos tomamos algo y charlamos durante bastante tiempo, al fin y al cabo las vacaciones son para disfrutar 🙂
Una vez decidimos movernos, vimos los últimos recovecos que este lugar nos podía ofrecer y cogimos un autobús dirección ¡Zaanse Schans!
Ya conté en el otro post sobre Ámsterdam que tarjeta trasporte elegimos nosotros para movernos por Ámsterdam, nosotros cogimos la Chipcard que es recargable sirve durante 5 años para toda Holanda, os digo esto porque algunas tarjetas transporte para turistas no llegan hasta estos pueblos por ser solo para Holanda, la nuestra al no ser para turistas si. Antes de comprar transporte mirar que os conviene mas y si no, al final ⇓ os dejaré una excursión programada para visitar estos lugares 🙂
Segunda parada Zaanse Schans
Zaanse Schans era un lugar que quería conocer desde que mi amiga me dijo que fuera a visitarla, y debo decir que pese a las expectativas que uno siempre se crea no me decepcionó en absoluto.
No me decepcionó básicamente porque fue bajarme del bus y llegar a mi uno de mis olores favoritos, CHOCOLATE, así que sabíamos que el día allí se nos daría bien. Algo que huele tan bien no puede estar mal. Olía así debido a una fabrica a escasos metros de donde el bus nos dejo.
Nuestro amigo nos abandonaba pero nos indicó como llegar y la verdad que el camino a los molinos no tiene perdida alguna. Básicamente desde la estación de tren o nuestra parada de autobús que estaban en el mismo sitio era una recta hasta un gran puente, no se tarda mas de 10 minutos andando.
Cuando llegamos al puente la imagen es muy distinta según a que lado mires, ya que en uno veras la tipica estampa de postal, molinos enormes al lado del agua, pero si te giras la estampa era bastante fea, demasiado industrializada. Nosotros nos centramos en la parte bonita y allí que fuimos.
Lo primero que hicimos fue ver un poco toda la zona, según nos adentrábamos en los molinos había mas y mas gente.
Nosotros nos desviamos del camino para entrar en la fabrica de quesos (vaya otra cosa que no me gusta nada :3 ) de Henri Willing, que es bastante famoso en Ámsterdam por su cantidad de tiendas que puedes encontrar. A parte de la tienda, te contaban como con cariño se hacia su queso. Decidimos comprar unas galletas de sirope que nos habían recomendado, y estaban de muerte acierto total.
Desde la fábrica de queso nos fuimos felices con nuestras galletas a seguir viendo los molinos y la zona. Caminamos entre la gente buscando un hueco idóneo para una buena instantánea. Hicimos mil.
Había varios molinos-museos a los que por un módico precio podías entrar y subir.
Volvimos de nuevo hacia la zona del queso parándonos con cada animal que veíamos, hasta que llegamos a la fabrica de zuecos, otra cosa tipica de allí, entramos a ver el museo y la verdad que había zuecos monísimos, hasta uno de diamantes!.
Al rededor del museo habían instalado zuecos para que la gente pudiera divertirse y sacarse fotos con ellos, y como no, nosotros nos los pusimos.
Hay un cuarto museo en Zaanse Schans pero a ese ya no decidimos entrar, decidimos caminar entre las calles y disfrutar del paisaje.
Acariciamos a un par de ovejas mas nos comimos las ultimas galletas y nos fuimos hacia Ámsterdam a pasar lo que nos quedaba de día.
En definitiva Zaanse Schans tiene un monton de factores que me encantan, el olor a chocolate, el queso y los dulces, los animales, unas casitas para perderse y sobre todo un paisaje espectacular. Sin duda uno de los lugares que mas me gustaron en este viaje, me divertí muchísimo y lo pase fenomenal.
Creo que sobra decir que es una visita obligada que debéis hacer 🙂
Nos faltaron pueblitos cercanos que visitar pero valió la pena parar en estos dos y disfrutar de una mañana super bien avenida, espero que si vais lo disfrutéis tanto como nosotros 🙂
Por si os animáis 🙂 os dejo actividades que podéis hacer: en Zaanse Schans
Y si lo que queréis es visitar estos dos pueblos y los que nosotros (por falta de tiempo) no pudimos os recomiendo esta excursión
Un comentario en “Zaandam & Zaanse Schans, que ver cerca de Ámsterdam.”